Ventana Europea nº 117
VENTANA EUROPEA 19 Junio 2019 > N o es difícil pa ra el lector en tender la sen sación de fracaso que tiene una persona que ha deja do su familia, país y cultu ra por un sueño de prospe ridad y que, con el tiempo, advierte que no lo ha con seguido. Esta sensación recorre a todos por igual, desde los migrantes calificados que engrosan la “fuga de cere bros”, pasando por los ex patriados corporativos, hasta las personas indocu mentadas que recorren di versos países buscando me jores ofertas de trabajo. Evidentemente, el sen timiento de éxito o fracaso dependerá de cuanto ma yor sea la distancia entre las expectativas y la realidad. En otras palabras, mientras más altas sean las proyec ciones económicas antes de migrar, mayor es la posibi lidad de experimentar frus tración y decepción. Hay que decir que mu chos migrantes salen de sus países motivados no solo por sus propios deseos, si no también exigidos por su situación familiar y la pre cariedad de su vida en sus países de origen. Es necesario aclarar este punto, pues es común que los análisis sobre migra ción no asuman la impor tancia de sopesar además del deseo de prosperidad, la condición de indefensión y vulnerabilidad socioeconó mica en que viven muchas de las personas que buscan salir de sus países. Esta forma de ver al mi grante está incluso consa grada en la definición usada por Organización Mundial para las Migraciones: “Mi grante es la persona que to ma la decisión de migrar libremente por razones de conveniencia personal y sin intervención de factores externos que le obliguen a ello”. Así, este término se aplica a las personas y a sus familiares que van a otro país o región con mi ras a mejorar sus condicio nes sociales y materiales y sus perspectivas y las de sus familias. migración, libertad, desigualdad Si observamos con de tenimiento, esta definición recoge dos ideas que mere cen ser reflexionadas pro fundamente. Por un lado, el discurso que subraya en la migración el tema de libertad y conve niencia personal, derivan do con ello a la conclusión de que el éxito o fracaso de la vivencia migratoria es de exclusiva responsabilidad del migrante y no de facto res externos. Y, por el otro lado, la evidencia que ofrece la misma definición sobre la migración como un efecto La maleta del fracaso Un equipaje difícil de cargar para muchos migrantes La mayoría de migrantes se han cuestionado en algún momento de su vi- da si dejar su país y empezar una nueva vida en otro resultó lo mejor o fue un error. Muchas personas a las que he se ha formulado esta pregun- ta responden poniendo énfasis te en el tema económico y laboral. Sostie- nen, incluso, que la buena integración en el país de acogida se mide des- de esa óptica. Eliana Cevallos. Zürich (Suiza) nnn + EURONOTICIAS SUIZA
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