Ventana Europea nº 119

VENTANA EUROPEA 21 Diciembre 2019 el progreso de España en las últimas décadas sin referir- nos a la Unión Europea. En otros países esto no es tan claro por distintos motivos. Sabemos del Bre- xit en Gran Bretaña, de las tensiones en Italia y tam- bién en otros países. La cri- sis económica y la crisis mi- gratoria ha causado mucho desencanto y ha sido utiliza- da por algunos de modo in- teresado y demagógico. V. E: ¿Se acaba la fe en Europa? M. B.: Las raíces cris- tianas no se pierden por- que están ahí. Están presen- tes en la cultura europea y en el proyecto europeo des- de sus orígenes con los pa- dres fundadores, algunos de ellos profundamente cris- tianos. Robert Schuman, por ejemplo, está en proce- so de beatificación. En lo que se refiere a que se acabe la fe en Eu- ropa, esto depende de qué entendemos por fe y de los criterios que utilicemos pa- ra medirla. Una Europa que se cierra en su bienestar, que construye muros, que tiene miedo del otro, que no es solidaria con el pobre y el desamparado, que no es capaz de acoger e integrar, difícilmente se puede decir que tiene fe en un Dios mi- sericordioso y compasivo, que se hace prójimo, como buen samaritano, del hom- bre herido y abandonado. V. E: ¿Tiene informa- ción de la presencia de migrantes y en concreto de habla española en Bru- selas y en Europa? M. B.: Si, en estos po- cos meses que llevo en Bru- selas he encontrado a va- rios españoles que viven y trabajan en esta ciudad y he asistido a algunas celebra- ciones litúrgicas en espa- ñol. Creo que es importan- te que sin cerrarnos en un gueto, sino viviendo plena- mente la ciudad e integrán- donos con la Iglesia local y ayudándola según nues- tras posibilidades, tenga- mos también espacios de encuentro y de compartir entre españoles residentes y celebraciones en común. Un momento significati- vo en estos últimos meses ha sido la recepción para la Fiesta Nacional ofrecida por la Embajada española en la que nos hemos junta- do muchos y compartido un buen jamón y un buen vino de nuestro país. V. E: ¿Como aprove- char su rica experiencia en la Conferencia Episco- pal Española para su nue- vo trabajo? M. B.: Espero que los ocho años pasado en la Conferencia Episcopal co- mo director del Secretaria- do de Relaciones Intere- confesionales me puedan ayudar, tanto en el ámbi- to de las relaciones con las demás Iglesias y confesio- nes religiosas presentes en Bruselas, como también para saber dialogar con las instituciones europeas y mantener buenos contactos con las conferencias epis- copales de los países de la Unión. También espero que mi experiencia de pá- rroco durante veinte años de una hermosa parroquia de Madrid me ayude a te- ner presente que la tarea fundamental de la Iglesia es siempre pastoral, es el anuncio del Evangelio y el hacer presente los valores del Reino, también cuando se trata de mantener rela- ciones con las instituciones europeas. V. E: ¿Le preocupa a usted el auge de los movi- mientos ultras en diferen- tes países de Europa, in- cluida España? M. B.: Cierto que me preocupa cuando escucho discursos que se basan en el miedo o el odio, o cuan- do se intentan dar respues- tas simplistas a las crisis complicadas que tenemos, como la económica o la migratoria, o cuando se es insolidario con el pobre, el débil o el migrante. El proceso de unidad eu- ropeo surge después de dos grandes guerras que empe- zaron en nuestro continen- te y se volvieron mundiales, por eso es incompatible con los populismos que confun- den el concepto de identi- dad y se dedican a señalar falsos enemigos o chivos expiatorios culpables de to- dos los males.  V.E.: ¿Qué opina de una revista como V entana E uropea , que sabemos que conoce y sigue? M. C.: Es una publicación que en estos casi treinta años de vida ha cumplido una función muy importante de cauce de comunicación entre españoles residentes en Eu- ropa. Ha permitido promover nuestra cultura y defender nuestros derechos como minoría. Aunque esta función de la revista sigue vigente hoy, su cometido en los últimos se ha ido ampliando para reflexionar sobre el problema mi- gratorio a la luz de la enseñanza de la Iglesia y los desafíos a los que tenemos que hacer frente en Europa. Ha sido y sigue siendo, por tanto, una publicación de mucho interés para los españoles que residimos y trabajamos en países europeos y para los que nos interesa el proceso de unidad europeo y sus retos y nuestras relaciones con los países hermanos de Latinoamérica. 

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