Ventana Europea nº 121
VENTANA EUROPEA 11 Julio 2020 BARRIO EUROPA V oy con las riendas tensas y refrenando el vuelo porque lo que importa no es llegar solo ni pron- to, sino con todos y a tiempo” decía el poeta za- morano León Felipe. Esta es una lección que le conviene aprender a Eu- ropa en estos tiempos de Covid-19 que han supuesto un frenazo a modos de vida profundamente individua- listas. Durante unos meses la pandemia nos ha iguala- do en nuestros hábitos. Europeos del Norte y del Sur, del Este y del Oeste hemos vivido confinados en nues- tros hogares. Hemos sentido miedo, incertidumbre, an- siedad, tristeza, ganas de que todo pase. Hemos visto morir e ingresar en los hospitales a gente cercana he- mos aplaudido desde los balcones. Esperamos ahora el tiempo de volver a abrazar a nuestra gente cercana. El confinamiento no ha sido una experiencia preci- samente grata. Ha agitado nuestras seguridades y las ha puesto a la intemperie hasta unos niveles insospe- chados. El fantasma del paro, del hambre de la preca- riedad ha dejado de serlo para muchos y muchas y se ha convertido en una certeza. Mientras actores políti- cos y mediáticos con pocos escrúpulos buscan sacar al- gún rédito. Aunque resulte paradójico, la Unión Europea no está con el Covid-19 más confinada de lo que estaba antes de la pandemia. El confinamiento, eso sí, tenía muchas “formas”. La forma de presión por parte de lobbies corporativos al servicio del capital financiero y especulativo. La forma de presiones por parte de los Estados que querían influir en la Comisión. La forma de estereotipos y prejuicios Norte-Sur que influían en los requisitos que se imponían a los ciudadanos de los paí- ses de la Europa menos desarrollada y que se concre- taba en actitudes arrogantes, despectivas o paternalis- tas. Estos constreñimientos se plasmaban también en la política de vecindad, en la política migratoria o en la política de ayuda al desarrollo. Esta vez la Comisión ha reaccionado a tiempo y se ha movido para activar un plan de recuperación. Tam- bién ha revisado su presupuesto para volver a activar las maltrechas economías de los Estados. Es cierto que las ayudas no han pasado por los eurobonos o por un plan Marshall a la Europea como deseaban Italia y Es- paña sino por respaldar desde el mismo presupuesto comunitario las ayudas para la recuperación, lo cual supone, sin duda alguna, una manera directa por parte de las instituciones comunitarias. Sin embargo se pre- tende que la recuperación sea de otra manera. Buscan- do una economía más sostenible, más verde. Es esencial que en todo este esfuerzo de recupe- ración se ponga en primer lugar a la persona y sus de- rechos promoviendo una Europa más equitativa desde el respeto a los principios recogidos en el Pilar Social Europeo. Sin embargo ello todavía no es suficiente para lle- gar “juntos y a tiempo” como decía el poeta. El cre- cimiento económico de la Unión Europea, el respeto a los derechos de sus ciudadanos no se puede hacer al tiempo que se mantiene una política migratoria, una política de asilo, una política de vecindad y una polí- tica de desarrollo orientadas desde el propio provecho de la Unión. La coherencia de las políticas obliga a re- considerar y reformular estas políticas desde un enfo- que basado en derechos humanos y con perspectiva de género. Solo y solo así la unión Europea sobrevivirá y esta puede ser la última oportunidad.. Emilio José Gómez Ciriano Universidad de Castilla-La Mancha. Miembro de los grupos de trabajo de migración y asuntos exteriores de la COMECE. Juntos y a tiempo
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