Ventana Europea nº 121
ENTRE C ULTURAS 30 VENTANA EUROPEA Julio 2020 HIST O RIAS DE LA HISTORIA > E n muchos sentidos, el padre Theo ha sido un disiden- te especial. Desde el punto de vista de la Iglesia, así como desde lo teológico. En muchas áreas de la teo- logía y también de la Iglesia su contri- bución ha sido grande. Theo pudo con- tar con detalle y gusto su participación en reuniones eclesiásticas, también lati- noamericanas (Aparecida, etc.), sus en- cuentros con obispos, sus intervencio- nes, sus preguntas. Theo amaba mucho la Iglesia. Largos años de predicar, sobre todo en la iglesia de San Nicolás, de traba- jo pastoral en los lugares más imposi- bles, en los hospitales, en los restau- rantes, en los cementerios, en las ca- lles, en Casa Migrante y en las casas de la gente. Pero lo que sobre todo ha caracteri- zado a Theo como teólogo y pastor es la profunda percepción de que los cre- yentes y no creyentes, los ateos y los ya no creyentes son más que la institución Iglesia. En un reciente artículo en el que ha- bla de la politización de la pastoral mi- gratoria, Theo se refiere a una serie de documentos papales sobre los refugia- dos y los migrantes (2017) y escribe: “… hay apenas fundamentación teo- lógica (en estos documentos, HdW). Pienso personalmente que una deter- minada teología es fundamental para la conciencia de una sociedad, ya sea para los creyentes y los feligreses o para los no-creyentes y secularizados”. Creo que este pensar inclusivo tam- bién ha sido fundamental para el pen- sar y actuar ecuménico de Theo. He- mos celebrado la misa juntos y hemos bendecido matrimonios juntos. Cuan- do Theo guiaba a mis estudiantes ex- tranjeros por los barrios de Ámsterdam, siempre parábamos frente a la iglesia del Keizersgracht. Y les contaba que esa Universidad Protestante Reforma- da (VU) había nacido allí y que Abra- ham Kuyper, fundador de esta universi- dad, de una nueva Iglesia (reformada) y de un nuevo partido político, había sido un gran hombre. En sus sermones, de una manera ju- guetona e impresionante, Theo conecta- ba el contexto actual, especialmente el de los migrantes de habla hispana en los Países Bajos, con el antiguo texto de la Biblia. Creo que es especialmente ahí donde Theo se reveló como un teólogo contextual, espiritual y hábil del pueblo, de la gente común, de los migrantes co- lombianos, chilenos, peruanos, domini- canos y de tantos países más. Un pastor más que un teólogo Theo era mucho más un pastor que un teólogo. Se involucró especialmente en el debate teológico cuando se trataba de la suerte de los sacrificados, los refu- giados, las personas sin hogar en Am- sterdam y otros lugares. Si tengo que caracterizar a Theo co- mo un teólogo, digo que era un clási- co teólogo de la liberación. Cuando sa- lían nuevos libros en la línea de la teo- logía de la liberación, los leía con mu- cha atención. Cuando hablo de Theo como un clásico teólogo de la liberación, no me refiero solo a su compromiso con los excluidos, o a los que tienen que emi- grar, a los pobres o perseguidos. Tam- bién me refiero a lo siguiente. La teo- logía de la liberación sigue utilizando el muy popular esquema de lo que es buena teología y buena lectura de la Bi- blia con las palabras clave: ver, juzgar, actuar. Este esquema ha determinado el camino de Theo a través de la fe, la teo- logía y la realidad eclesiástica. ver Empezó con el ver. Viendo inmi- grantes españoles que no tenían pastor En el aniversario de la muerte de Theo Beusink El Padre Theo y la teología Por qué estos dos teólogos y pastores, el padre Theo y el pastor Hans, se llevaban tan bien y se sentían como almas gemelas, tiene que ver principalmente con el hecho de que ambos hayan vivido y teologizado en el extranjero y con los extranjeros en mente, con un compromiso y amor por aquellos que no marcan el tono en la acade- mia teológica o en el oficialismo de las Iglesias. Hans de Wit. Amsterdam
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