Ventana Europea nº 121
VENTANA EUROPEA 7 Julio 2020 testigos de resurrección de muchos de ellos en los mi- grantes y empobrecidos, habiendo siendo primero victimas. fragilidad Seve Lázaro, el com- pañero con cuya narración he comenzado estas letras, percibía en su paso de vic- tima a testigo cómo la debi- lidad le rozaba, se instalaba en su vida o le llegaba a invadir: “¡Es muy duro vi- virse ahí!… Pero a la vez es muy fecundo, porque toco el humus y la tierra de eso que soy realmente, un ser terrenal, finito, fragmenta- do… Muy lejos de ese en- diosamiento y centro en el que me gusta vivir, y por el que me afano cada día desde mi pericia personal o profesional. Qué bueno que este dichoso virus nos esté haciéndonos sentir débiles a todos: a los especialistas, a los políticos, a los profe- sionales de la salud, a los familiares y, cómo no, a los enfermos. Qué oportunidad está siendo para aprender a adorar y dar gracias por el misterio de fragilidad y vul- nerabilidad que envuelve esta aventura de mi vida”. Y es que la debilidad se va abriendo paso al recono- cimiento de lo importante que son los otros cuando la vulnerabilidad alcanza la vida propia. Decía Seve: “Me ha sido y es tan her- moso verlo en los cuidados de la gente de la comunidad en la que vivo, y que tan cariñosamente me atienden en el aislamiento; como en Raúl, el médico que durante esos cinco días que estuve en casa me llamaba por la mañana, por la tarde y por la noche; como en todo el equipo del hospital donde estuve ingresado cinco días; como en toda esa corriente de mensajes de ánimo y ora- ción que he recibido y recibo por el teléfono; como en la sociedad entera que lo único que puede hacer es quedarse en casa y aplaudir agradeci- damente todos los días a las ocho de la tarde. Qué gran aprendizaje este de sentirnos todos más torpes, menos efi- caces, haciendo solo «como mejor lo podemos»”. mantener iniciativas Por lo que me he infor- mado de la labor con los colectivos de la movili- dad humana, se han crea- do muchas iniciativas que esperamos se mantengan. Además de la fuerza de los Circulos del Silencio en las dos orillas del Sur, en casa o saliendo a las redes, telé- fonos abiertos en las dele- gaciones, voluntarios para distribución de ayudas, alo- jamientos en iglesias, ofre- cimiento de instalaciones eclesiales, acompañamien- to en el duelo (¡qué im- portante es llorar juntos!), consultorios jurídicos, de consuelo, psicológico, campañas de recogidas de fondos, manifiestos contra el racismo y otros, entradas generosas de voluntarios para vivir con migrantes confinados, etc. Y las instituciones socio caritativas con propuestas claras y de futuro como las propuestas de Cáritas espa- ñola. Recientemente lo ha hecho su secretaria general, Natalia Peiró, en el Congre- so que aunque centrada en seis capítulos solo me refe- riré al que hace ilusión a los migrantes y a las victimas de trata. Para los primeros pide permitir el empadrona- miento de personas extran- jeras sin documentación en vigor y así el padrón mu- nicipal refleje la realidad estadística de población de un municipio. Pide tambien flexibilizar las condiciones y criterios de renovación, mo- dificación y prórroga de las autorizaciones de residencia y/o trabajo de la vigente le- gislación de extranjería por- que con ello se impediría la irregularidad sobrevenida. Y, por supuesto, pide evitar la reapertura de los CIES ha- bilitando habilitar más espa- cios de acogida humanitaria y erradicar las condiciones inhumanas del CETI de Me- lilla. Es decir, implementar los estándares de derechos humanos y de detección de solicitantes de protección internacional. Preocupados por los perfiles vulnerables tanto en los procedimientos de control de fronteras exte- riores como de devolución y expulsión de personas ex- tranjeras; y como han hecho muchas asociaciones e insti- tuciones abordar una regula- rización extraordinaria para incorporar a los migrantes en situación irregular a la sociedad española. Para las vícitimas de prostitución y trata la voz de la Iglesia a través de Caritas pide aprobar la Ley Integral contra la Trata de seres hu- manos para todos los fines (explotación sexual, laboral, trabajo forzoso, matrimo- < Y reconocer de una vez por todas que los migrantes nos importan no solo porque se dispare más nuestra sensibilidad y acción sociocaritativa, sino porque el emigrante es imprescindible para la construcción de las nuevas sociedades. >
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