Ventana Europea nº 125
VENTANA EUROPEA 5 Marzo 2023 > S on las seis de la mañana. Cu a n d o empiezan los informativos nacionales de las cadenas de radio, varios inmigran- tes que viven entre la au- tovía de Colmenar Viejo (Madrid) y las vías del tren de cercanías de Renfe se levantan, se asean, desayu- nan y cogen el bus para ir a trabajar o a estudiar a Ma- drid. Otros, trabajan por la tarde y los que no tienen trabajo fuera de casa se de- dican a limpiar, lavar ropa, hacer la comida... Todo eso ocurre en dos casas, una dejada por el Canal de Isa- bel II donde viven seis per- sonas, y otra, la de al lado, a cuarenta metros (deja- da por Adif), donde viven otras ocho personas y dos personas más en dos cara- vanas que están entre las casas. Total, una comuni- dad de personas compuesta por una familia latinoame- ricana, doce africanos sub- saharianos (la mayoría mu- sulmanes) y un cura. Esta comunidad se llama Aso- ciación San Francisco de Asís. Por la casa han pasa- do ya unas cincuenta per- sonas inmigrantes. Primero, los toxicómanos Antes de acoger a inmi- grates fue, durante 22 años, casa de acogida para toxi- cómanos. No había un plan nacional contra la droga y nadie atendía a los droga- dictos. Las parroquias crea- ron asociaciones e intenta- ron dar respuesta a las nece- sidades de estos chicos y a sus familias. Cuando llega- ron los planes nacionales, regionales y municipales de droga, la actividad cesó. Como veía que eso estaba cubierto, empezaron a aten- der otras necesidades como los subsaharianos. Jorge de Dompablo y Bernaldo de Quirós es un cura nacido en Las Navas del Marqués (Ávila) a fi- nales de la década de los cincuenta del siglo pasa- do. Catorce hermanos, él el noveno de ellos. Cuan- do tenía seis años, su fami- lia se traslada a vivir al ba- rrio de Carabanchel de Ma- drid. Catorce bocas son di- fíciles alimentar, pero hay un colegio en el barrio en el que, en calidad de inter- nado, pasa Jorge ocho años de su vida. Una educación un tanto férrea, como la de su casa y, según él, “una vi- da feliz”. Carbanchel, en la época de los setenta era un barrio conflictivo. Cuando sale del colegio se relaciona con grupos de amigos que estaban alrededor de la pa- rroquia, al frente de la cual había dos curas, Gabriel Gómez y Enrique de Cas- tro, muy cercanos a la gen- te y pendientes de los pro- blemas de los chavales. Ya empezaba la droga en el ba- rrio. Los dos sacerdotes le fueron abriendo a un mun- do de ayuda, de interacción, de trato y de lucha y reivin- dicación. Con esas dos fi- guras más el cura de su pue- blo, mas espiritual, otro es- tilo totalmente diferente, le marcaron y decide acercar- se al seminario, justo cuan- do de la mano del cardenal Tarancón y de Juan de Dios Martín Velasco deciden crear una experiencia de se- minario totalmente distin- ta hasta la de ese momen- to. Fue su primera comuni- dad, en su misma parroquia en Caño Roto. Toda su for- mación fue con ese proyec- to de seminario, en su mis- mo barrio. Esa experiencia le cambió la vida, y es que desde el principio sintió que había que trabajar por la gente. Tenía clases por la mañana y por la tarde tra- bajaba en la tienda de ultra- marinos de sus padres, por- [ Antes de acoger a inmigrates fue, durante 22 años, casa de acogida para toxicómanos. No había un plan nacional contra la droga y nadie atendía a los drogadictos. Las parroquias crearon asociaciones e intentaron dar respuesta a las necesidades de estos chicos y a sus familias. ]
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