Ventana Europea | Nº 111 Octubre de 2017

VENTANA EUROPEA 19 Octubre 2017 la justicia lenta no es justicia De esta forma, y a pesar de que el ritmo de tramitación indica justo lo contrario, parecería que pocas solici- tudes son tratadas de la forma particu- lar e individualizada que requeriría si- quiera la humanidad, no ya el Derecho de Asilo y Refugio, siendo las solici- tudes mayoritariamente denegadas por parte de España en función de los pa- rámetros básicos antedichos. Por su- puesto, son parámetros racionales, y lógicos. Pero generalizar siempre es injusto, y la lentitud es otro factor agravante: reza el aforismo que la jus- ticia que es lenta, no es justicia. La respuesta por parte de las auto- ridades es que conforme al estado de derecho de sus países de origen, deben atenerse a sus propias normas lega- les y debe ser la policía, los servicios de asistencia del propio país quien re- suelva la situación. En este punto, los acuerdos internacionales son muy cla- ros e implacables. Desgraciadamente, aunque el so- licitante de protección internacional viene amenazado de muerte por las maras de su país, la resolución de asilo será difícilmente positiva. Una vez que la solicitud ha sido de- negada, las personas se enfrentan a un limbo en el que volver se convierte en suicidio y quedarse representa un re- to por demostrar una “integración” en el país. vienen indefensos ¿Cuál es la solución? Como siem- pre, no es sencilla, y requiere de me- dios humanos y materiales, agilizar los trámites, crear instrumentos que facili- ten la comprobación de las circunstan- cias que justifican la petición de asi- lo y refugio, por ejemplo mediante la utilización de recursos diplomáticos y consulares, también muy escasos… Podemos proponer varias medidas pa- ra la primera fase del problema, pero también hay que atender al segundo paso: su establecimiento en destino. Los programas de integración en España contemplan 30 millones de eu- ros para financiar a entidades sin áni- mo de lucro, para llevar a cabo pro- gramas que favorezcan la integración de inmigrantes residentes en España. Esta cantidad está cofinanciada por el Fondo Social Europeo y el Fondo de Asilo, Migración e Integración. Sin embargo, el cambio al que los solici- tantes de protección internacional de- ben enfrentarse es abismal. Pasan de venir indefensos a intentar demostrar fuerza y sobre todo integración en un país al que apenas conocen. Se debe dejar claro que la situación que vive un inmigrante que desea inte- grarse en una sociedad receptora no es la misma que la de una persona refu- giada. Al no contar con un status regu- lar, la búsqueda de empleo se compli- ca, pero ese no es el principal factor, sino que asuntos como la asistencia social y la atención médica y psicoló- gica (en estos casos imprescindible) se convierten en una carrera de obstácu- los para los futuros españoles. la integración laboral, un reto El sistema tiene sus limitaciones, pero también cuenta con recursos y aciertos que, de ser bien, conscien- te y eficientemente utilizados, pueden ser empleados en la disposición de los beneficios para estas personas y mar- car la diferencia. La integración de las personas pertenecientes a terceros paí- ses en el mercado laboral europeo es un reto muy importante, pero el cos- te de la no integración es mayor. Se- ría una lástima cuando, aunque ni que- remos ni debemos hacer distingos por origen entre los solicitantes de asilo y refugio, los que llaman “madre patria” a esta nación española a la que acuden buscando ayuda presentan una serie de ventajas de cara a su integración que debieran permitir que todo el proceso, desde la llegada a su realización per- sonal como ciudadanos, fuese todo lo sencillo que es en la vida de un nacio- nal. Si es que la vida es sencilla, que ese es otro cantar, y no da ya para un artículo sino para varias bibliotecas. Lo que sí es indudable es que una so- ciedad cohesionada tiene mucho más que aportar a un país receptor que una dividida.  < Al llegar en marzo, las barLa integración de las personas pertenecientes a terceros países en el mercado laboral europeo es un reto muy importante, pero el coste de la no integración es mayor. >