Bienvenido seas, vengas de donde vengas
La crisis económica ha impactado en la sociedad y en las familias con tal fuerza que nos retrotrae a tiempos pasados cuando la emigración fue la puerta de salida para muchos españoles. Vamos camino de los seis millones de parados (25 por ciento de la población activa) y hay 1,7 millones de hogares españoles con todos sus miembros desempleados.
En los nueve primeros meses del año en curso, 55.000 españoles salieron al extranjero en busca de trabajo (21,6 por ciento más que en el mismo periodo del año pasado). De enero a septiembre de 2012, abandonaron España 420.150 personas, de ellas 365.000 eran extranjeros.
Los países preferidos de la “nueva emigración española” son Gran Bretaña, Alemania y Suiza a donde se dirige el 42 por ciento de los que salen frente al 39 por ciento que se dirige a América, sobre todo a EE.UU.
Salvando las distancias, esta emigración recuerda el éxodo de los años sesenta del siglo pasado cuando el hambre (y motivos políticos) obligó a millones de españoles a buscarse la vida principalmente en Europa. Muchos de ellos encontraron acogida, orientación y apoyo en las Misiones Católicas de Lengua Española. Los tiempos, las circunstancias y las personas han cambiado pero las Misiones Católicas de Lengua Española en Europa siguen con las puertas abiertas para acoger a todo el que llegue. El lema de la Misión de Colonia, válido para el resto de Misiones, es: “Eres bienvenido, seas quien seas y vengas de donde vengas”.
La “nueva emigración” es un nuevo reto para las Misiones Católicas de Lengua Española que tienen que afrontar la acogida a personas con características muy diferentes a la emigración del siglo pasado. Ahora, los que llagan son jóvenes: técnicos muy cualificados, personas desesperadas que buscan trabajo en lo que sea y “sin papeles”.
El retorno a España, tras su jubilación, de muchos emigrantes de la primera generación repercutió sensiblemente en las Misiones Católicas hasta el punto que algunas tuvieron que cerrar pero las que quedaron se reactivaron con la llegada de emigrantes hispanos de allende los mares. Estos imprimieron las Misiones un nuevo estilo acorde con sus tradiciones, su cultura y su religiosidad. El encuentro entre españoles e hispanos resultó muy positivo para la convivencia integradora y la religiosidad ambos colectivos. Ahora, llega otro grupo de emigrantes en muchos casos necesitados no solo de acogida y ayuda sino también de un espacio para compartir y celebrar su fe dentro de su contexto cultural y lingüístico. Y, hoy como ayer, ahí están las Misiones de Lengua Española con sus puertas abiertas para coger a todos.