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Cine
Tres documentales sobre migraciones (con música)

<span style='color:#27509b;font-size:18px;font-weight:500;'>Cine</span><br> Tres documentales sobre migraciones (con música)

José Luis Pinilla. Madrid

1. Haremos un mejor día

En 2013, recién elegido como papa, Bergoglio fue a Lampedusa, donde el director y guionista de la película documental In viaggio (De viaje), Gianfranco Rosi también viajó dos años después para recoger materiales cinematográficos. El de Lampedusa sería el primero de los 10 años, 57 viajes, 53 países diferentes del papa Francisco en un calendario agotador con dificultades en su caminar sin ayuda. Por eso algunos dicen que viajar parece darle energías. Embarcándose en un proyecto ingente, que supuso el montaje de material fílmico y de archivos históricos del Vaticano, y con nuevas escenas rodadas a propósito e incluso breves fragmentos de sus propias películas, Rosi reconstruye los viajes del hombre vestido de blanco coherente con sus mensajes de paz y fraternidad.

In viaggio hace referencia al hecho de que solo muestra material de sus viajes, donde parece diferente al papa en el Vaticano. Con sus muros, con sus dos mil años de historia, política y procedimientos. En el exterior, parece mas pastoral que gobernante, habla con creyentes y no creyentes, casi volviéndose secular-político desde su punto de vista. Algunos comentaristas dicen, con razón, que mientras está de viaje, lejos de los estrechos confines del Vaticano, es más desinhibido y, por lo tanto, más revelador. Y eso es de lo que trata este documental.
Comienza y termina con un primerísimo plano del papa, mostrando el particular viacrucis del papa Francisco, viendo lo que él ve, escuchando lo que dice y creando un diálogo entre imágenes de archivo de los viajes papales, las del propio Rosi e imágenes recientes del mundo de hoy.

“Es en los viajes donde Francisco, el hombre, se vuelve visible. El compromiso directo con la gente es muy importante para él. Se podría decir que su pontificado es una peregrinación a la inversa: en lugar de seguidores que llegan desde lugares remotos al Vaticano, es el papa mismo el que viaja para encontrarse con ellos y descubrir cómo y dónde viven y conocer de primera mano sus problemas», dice Gianfranco Rosi.

El mensaje duradero del documental es que todos podemos, individual o colectivamente, ver el error de nuestros caminos y construir un mundo mejor, siempre y cuando no esperemos demasiado para hacerlo. El filme termina bailando al compás de We Are The World. Es verdad,es posible: It’s true we’ll make a better day (Es verdad, haremos un mejor día).

2. Ara Malikian, una vida entre las cuerdas

¿Te imaginas salir de una guerra con catorce años? ¿Dejar tras de ti a tu familia entre las bombas y tener por delante el mundo desconocido y un violín? Ara Malikian, una vida entre las cuerdas narra la vida de este violinista de origen libanés y ascendencia armenia y al mismo tiempo cuenta una historia de migración y de refugiados. Ganó en 2020 el Goya al mejor documental. “Esto, dijo Malikian, habla de migración y de refugiados, porque yo lo he sido. Últimamente nos quieren hacer creer que los migrantes y los refugiados somos la causa de todas las miserias, pero los viajeros siempre fueron la riqueza de nuestra civilización”.

Este documental cuenta la historia del polifacético violinista mostrando su trayectoria profesional y personal. Un recorrido por su vida y su incuestionable aportación a la música clásica y contemporánea manejando todos los géneros sin prejuicios, desde Bach a Led Zeppelin, y con la multiculturalidad por bandera. Nacido en Líbano, de ascendencia armenia, la música le salvó la vida al tener que huir de la guerra; abandonó Beirut con 14 años y desde entonces ha vivido en Alemania, Francia, Reino Unido, China y ahora España. Narra su visión de la música, sus inquietudes, su recorrido , y sus proyectos pues ha vivido como un nómada llevando su música por el mundo.

3. Las golondrinas vuelan

La cantante y compositora francesa Anne Etchegoyen protagonizó el largometraje documental Ainarak (Golondrinas), dirigido por Juan San Martín, que narra la historia, silenciada durante un siglo, de las mujeres que desde Aragón y Navarra cruzaban todos los años la frontera para trabajar en la industria alpargatera.

Eran conocidas como “golondrinas” por su parecido migratorio con las aves, y el documental narra esa emigración contando la historia de cómo era la vida, muy dura, de estas mujeres y el contexto económico y social de esta época. Es una historia del pasado, pero una historia muy actual porque se trata de mujeres y de inmigración y siempre el objetivo es ir a buscar una vida mejor. Al final, subrayaba la cantante francesa, “estamos siempre en la misma búsqueda”.

Entre los testimonios que Etchegoyen fue recabando durante varios meses a ambos lados de la frontera, le impactó el de Román, de la localidad de Mauleon, quien relató que a su padre, al ser comunista, le detuvo la policía y terminó muriendo en el campo de concentración de Mauthaussen. Su madre se hizo “golondrina” para mantener a sus hijos. En esa época los Pirineos eran ya una “red social humana” entre Aragón, Navarra e Iparralde. “Hay algo pluricultural con numerosos intercambios económicos y un contexto social muy interesante explicado en el documental. Con la vida dura que tenían del lado español y la esperanza de una vida mejor a través de una no fácil integración al atravesar los Pirineos.

Y otra gran cantante española, Rozalen, cuenta musicalmente con pasión y lirismo esta preciosa historia de emigración. En su canción La tumba de la golondrina (www.youtube.com/watch?v=6evX1Wd_LqU) lanza un mensaje que estremece a todos por la fuerza y la música de la canción y de la autora. Y que habla de infancia y de migración. Del duro recorrido que estas niñas debían hacer en los fríos inviernos.Terrible y encantadora a la vez. Entre 1870 y 1940, tras el verano, mujeres y niñas dejaban sus casas para ir a trabajar hasta primavera en la industria alpargatera francesa. Les llamaban ‘golondrinas’ por ir vestidas de negro y por la época en que abandonaban sus casas y regresaban después. Unas chicas que ni siquiera podían cambiar la moneda francesa por la española por lo que solían gastar lo que ganaban en hacer el ajuar que traían de regreso a España. Soñaban con el regreso al hogar: caminar, trabajar… para soñar.

Una canción donde la cantante albaceteña está arropada por la Ronda de Boltaña y que se hila a través de un video ingenuo y hermoso, dirigido por Xavi Campo a modo de cuento con ilustraciones de Kim Aubert, Premio Nacional de Cómic, y Joaquin Aubert, y que incorpora una bella danza de Violeta Borruel, una bailarina que ya rindió homenaje a las mujeres altoaragonesas cruzando la cordillera para ir a trabajar a Francia.

Termina el video de una manera muy hermosa. La imagen se fija en el recuerdo de una niña que no pudo volver por morir entre la nieve. Y de la que solo quedaron los rasgos de una golondrina que se erige como ornamento grabado en su lápida y que al final empieza a volar por encima de las cruces del cementerio .
Rozalen asemeja esa historia a los niños de hoy tirados en las playas (¿nos hemos olvidado de Aylan?). Y en los párrafos de su canción nos invita a traer al presente esa cruda realidad:

“¿Te he de recordar
el niño ahogado que trajo el mar?
¿O a los que llorando vagan
solos por el desierto?
¿Quieres cerrar la puerta?
Piensa en tus hijos subiendo el puerto.
¿Te he de recordar
que aquí aún sabemos qué es emigrar?”

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