Religiosas en misión de servicio a los emigrantes
La aportación y el trabajo de las religiosas en las Misiones Católicas de Lengua Española en Europa no ha sido suficientemente reconocido y valorado y sin embargo ellas han sido piezas clave en el trabajo pastoral de las Misiones. Han sido promotoras de la acción social de la Misión a la vez que “agentes de pastoral”. Ellas pusieron corazón, eficacia y entrega generosa en el trabajo sobre todo en los momentos de la gran emigración, a mediados del siglo pasado, cuando las Misiones se vieron desbordadas.
La lista de congregaciones religiosas que han estado prestando servicios a la emigración es muy larga. Para muestra, unos botones. Las Adoratrices llegaron a París en 1967 bajo los auspicios de la Misión de “Rue de la Pompe”. Enseguida abrieron una residencia para jóvenes trabajadoras españolas a las que ofrecieron acogida, protección, ambiente de familia y formación. Fueron visitadoras de cárceles y desde hace 14 años acogen a mujeres victimas de la trata.
Las Hermanas del Amor de Dios hicieron suyo el problema de los emigrantes en Alemania y se dedicaron en cuerpo y alma a ellos: guarderías para hijos de emigrantes, residencia para jóvenes trabajadoras, catequesis de niños y jóvenes, acompañamiento a grupos de mujeres, escuela de padres y visita a enfermos y presos. Las Hermanas del Ángel de la Guarda dieron un gran apoyo de las Misiones de Nürnberg y Remscheid (Alemania). Tuvieron un “kindengarter” para hijos de emigrantes, dieron clase en la Escuela Complementaria de Español y apoyaron la Asociación de Padres de Familia.
Las Hermanas Franciscanas Misioneras de María llegaron en 1976 a Osnabrück (Alemania) en cuya Misión han trabajado durante 34 años. La acción social y la pastoral ocuparon su tiempo: Cáritas, alfabetización, clases de alemán para emigrantes y visitas a las familias y a los enfermos. Las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl enviaron trabajadoras sociales a Suiza y tuvieron guarderías para hijos de emigrantes. Gracias hermanas por vuestro trabajo y servicios a la emigración.
Con el paso del tiempo la emigración española ha ido cambiando y el trabajo de las Misiones también. Se cerraron algunas Misiones y muchas religiosas de la primera generación se jubilaron y no tuvieron relevo en sus congregaciones por falta de vocaciones. La “nueva emigración de españoles”, mejor preparada y menos religiosa que la de antaño, no tiene su punto de referencia en las Misiones de Lengua Española que, hoy como ayer, son “iglesias samaritanas” que ayudan al que lo que necesita sin pedirle “papeles” ni carné de identidad religiosa. El camino a seguir y la meta a conseguir son las “comunidades católicas bilingües” tanto para las Misiones como para las iglesias locales donde haya un importante número de extranjeros.