Criminalizados, internados y expulsados
Los inmigrantes sin papales que logran entrar en España saltando las vallas, con “concertinas” incluidas, de las fronteras de Ceuta y Melilla van a dar con sus huesos en los CIE (Centros de Internamiento para Extranjeros) que dependen del Ministerio del Interior. En España hay ocho, con capacidad para 2.500 personas, todos saturados y desbordados. En el CIE de Melilla ha llegado a haber 1.800 personas cuando su capacidad es para 480. En estos centros se retiene a los inmigrantes –teóricamente con una estancia máxima de 60 días pero algunos llegan a estar años– que van a ser expulsados del país, en la mayoría de los casos por estancia irregular. Conviene aclarar que la estancia irregular es una infracción administrativa y no un delito. Aproximadamente, cada mes ingresan en los CIE unos 1.000 inmigrantes de los que poco más de la mitad son expulsados del país.
La tragedia del 6 de febrero en la playa del Tarajal de Ceuta, con 15 inmigrantes muertos, ha hecho saltar todas las alarmas. La defensora del pueblo, Soledad Becerril, ha pedido “un protocolo de actuación para las fuerzas de seguridad” de manera que lo ocurrido en las aguas de Ceuta, con el lanzamiento de pelotas de goma y botes de humo por parte de la Guardia Civil no sea la manera de impedir que los inmigrantes lleguen a buen puerto. La defensora reconoce que no se debe tratar a todos los inmigrantes por igual sino que los colectivos “más vulnerables (menores y personas que tienen derecho al asilo)” deben tener una consideración especial.
La ONG de los jesuitas “Pueblos Unidos” ha hecho público recientemente un informe sobre los CIE titulado “Criminalizados, internados y expulsados”. En él se denuncia que el internamiento en estos centros “a pesar de su configuración legal como último recurso y de sus elevados costes humanos y económicos, en España se ha consolidado de facto como la principal, por no decir la única, medida cautelar en el procedimiento de expulsión, aplicada sistemáticamente, frente a otras alternativas no coercitivas”. El informe señala que cuando se hizo el estudio (en 2013) el 38 por ciento de los internados en los CIE eran: el 38 por ciento del África subsahariana, el 36 por ciento de América Latina, el 12 por ciento del Magreb, el 8 por ciento de Europa del Este y el 6 por ciento de Asia.
Ante esta situación, “Pueblos Unidos” propone algunas medidas: “control migratorio acorde con los derechos humanos, fomentar el retorno voluntario, eliminar las expulsiones expres en caliente y el internamiento por mera estancia irregular”. Ventana Europea hace suyas estas peticiones que eleva a las autoridades españolas y a los Gobiernos de la UE.