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El ejército podrá intervenir dentro del propio país

El ejército podrá intervenir dentro del propio país

portadaea91-300x184-6391055El Gobierno alemán podrá recurrir legalmente al Ejército para hacer frente “a situaciones catastróficas excepcionales” en el interior de su propio país, según decisión del Tribunal Constitucional en Karlsruhe del 3 de julio de 2012, publicada el pasado 17 de agosto. Esta fue la quinta y más transcendental reunión del Pleno de ese Tribunal desde su creación, en 1951. La reunión del pleno de los dieciséis jueces de las dos cámaras del Tribunal Constitucional fue necesaria en respuesta al recurso de revisión de la nueva normativa de seguridad aérea de 2006, presentado por Baviera y Hesse.

Hasta ahora, en Alemania, las fuerzas armadas no podían intervenir en tiempos de paz para resolver conflictos internos y solo eran llamadas a ayudar a la población civil con recursos humanos y logísticos en casos de catástrofes naturales o accidentes de gran envergadura. En lo sucesivo, podrán utilizar las armas para combatir el terrorismo y otras “situaciones extremas” dentro del territorio federal. El Ejército no podrá intervenir para mantener el orden público en caso de manifestaciones ciudadanas, lo que sigue siendo incumbencia del poder policial. También se mantiene la normativa de 2006, que prohíbe abatir aviones secuestrados por terroristas con civiles a bordo. Ni el ministro del Interior, ni el de Defensa, podrán decidir por sí mismos si la situación requiere la intervención de las fuerzas armadas, para lo que se necesitará el consenso de todo el Gobierno y solo se podrá recurrir a ellas en “última ratio”.
La decisión no supone un cambio en la Constitución, pero sí una nueva interpretación de la Ley Fundamental, que abre la puerta a acciones militares no deseadas por buena parte de los ciudadanos. Usar la fuerza militar dentro del país para resolver “situaciones excepcionales de naturaleza catastrófica” no definidas, rompe un tabú en la sociedad alemana, que tras la Segunda Guerra Mundial se suscribió no usar jamás las armas como instrumento de poder en la política interior.
MILITARES EN CENTROS DE ENSEÑANZA
En los últimos años se está haciendo norma que jóvenes oficiales del Ejército alemán (Bundeswehr) visiten centros de enseñanza para dar clases de política y explicar a alumnos y estudiantes la necesidad de soldados y armamento para la seguridad del Estado y la defensa de la población de posibles ataques terroristas. Al mismo tiempo, aprovechan estas intervenciones para ofrecer una imagen positiva de las fuerzas armadas de tierra, mar y aire, y promover el reclutamiento, ya que con la reciente eliminación del servicio militar obligatorio se necesitan más voluntarios de ambos sexos. Condiciones económicas atractivas, perspectivas laborales y seguridad social son un buen argumento para enrolarse y hacer frente, en algunos casos, al desempleo. Por eso, cada vez más Länder alemanes establecen líneas de cooperación con el Ejército para promocionar en los centros de enseñanza el servicio militar voluntario y transmitir a la juventud el mensaje de que con ello estarían prestando un servicio al pueblo alemán y al mundo. Esa tendencia está movilizando a muchos padres, que quieren frenar el militarismo en las escuelas e impedir que se manipule a sus hijos.
DE LOS BALCANES A AFGANISTÁN
Durante décadas, el radio de acción del Ejército federal alemán estaba perfectamente delimitado; su misión era la defensa de su propio territorio y de los países de la OTAN de posibles ataques enemigos. Intervenciones fuera de esa área, que no fueran en misión humanitaria, no se planteaban.
Con el fin de la guerra fría y la reunificación de Alemania cambió el panorama y la política de seguridad del Gobierno se dirige hoy a combatir el peligro allí dondequiera que se encuentre, en los Balcanes, el Cuerno de África o Afganistán.
Para que las tropas alemanas puedan intervenir en conflictos armados se necesita el visto bueno del Bundestag (Parlamento alemán), que también decide la forma y magnitud de la intervención y tiene el poder de ordenar su retiro del escenario bélico en cualquier momento.
La intervención de soldados alemanes en el exterior es posible desde que el Tribunal Constitucional sentenció, en julio de 1994, que no existía ningún impedimento legal al envío de tropas fuera del país en misiones de apoyo a la paz, con lo que legitimaba su intervención en los Balcanes.
En diciembre de 1996, el Bundestag aprobó el envío de 3.000 soldados a Bosnia- Herzegovina, tras la resolución de intervención internacional del Consejo de Naciones Unidas. Por primera vez se abría al Ejército de la República Federal la posibilidad de participar en conflictos armados.
En 1999, aviones militares alemanes apoyaban a la OTAN en los bombardeos a Kosovo.
Dos años más tarde, en diciembre de 2001, el Bundestag dio la orden de intervención en Afganistán, donde actualmente Alemania forma parte de la comunidad internacional en lucha por evitar que ese país en guerra se convierta en refugio de terroristas internacionales. El ejército alemán ayuda allí también a la formación y entrenamiento de la policía y el ejército afganos para que el país pueda defenderse por sus propios medios en el futuro y proteger la democracia.
Según datos del Ministerio Federal de Defensa, a 16 de agosto de 2012, participaban en misiones militares en el exterior 6.363 soldados alemanes, el mayor grueso en Afganistán, con 4.682 soldados. Desde el comienzo de la intervención en ese país centro-asiático perdieron la vida 52 militares alemanes.
DRONES ARMADOS PARA EL EJÉRCITO
El próximo paso hacia una mayor militarización en Alemania es la planeada adquisición de drones armados para el Ejército en un periodo de dos o tres años, según una reciente declaración del ministro de Maizière al periódico “Die Welt”. Estos aviones teledirigidos, “Unmanned Aircraft Systems”, que pueden ser manejados desde un ordenador a muchos kilómetros de distancia, son elemento central de la exposición internacional de aeronáutica, ILA 2012, en Berlín, en la que el Bundeswehr tiene una fuerte presencia.
El Ejército alemán está utilizando ya drones, adquiridos en régimen de leasing, para el espionaje y la vigilancia y localización de objetivos. Ahora, la cúpula política-militar tiene la intención de ampliar las funciones de esos ingenios voladores no pilotados con armas de combate y fabricarlos en el propio país a corto plazo.

BREVEMENTE

Aumentan las exportaciones de armamento
Después de USA y Rusia, Alemania es el tercer país exportador de armas del mundo y el primero de Europa, lo que los movimientos pacifistas califican de “vergonzoso”. Pero la guerra es un buen negocio para los que no la sufren y las grandes potencias no tienen escrúpulos en mantener a flote sus economías con la venta controlada de armamento. En ese sentido, la fabricación de drones en Alemania sería un bienvenido refuerzo a su ya pujante economía.
Según un informe de SIPRI, el instituto internacional de investigación por la paz en Estocolmo, la exportación alemana de armas creció en el período 2007–2011 un 37 por ciento con respecto a los cinco años anteriores, mientras que a nivel mundial aumentó el 24 por ciento en ese mismo espacio de tiempo. El incremento de las exportaciones alemanas se debe, sobre todo, a la creciente demanda de tanques, aviones militares y barcos de guerra, especialmente submarinos, por parte de países de Asia y Oceanía, Oriente Medio y norte de África

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