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Flexibilización de la inmigración laboral y restricción de prestaciones sociales para inmigrantes desempleados

Flexibilización de la inmigración laboral y restricción de prestaciones sociales para inmigrantes desempleados

euronoticias-alemania-ok-300x153-8967177A pesar de la fuerte afluencia de trabajadores del sur de Europa durante la segunda mitad del siglo XX, Alemania no se consideraba país de inmigración hasta hace pocos años. Actualmente, la República Federal Alemana (RFA) es el país de la Unión Europea en el que vive el mayor número de extranjeros. A finales de 2013 residían en este país más de 16 millones de personas con historial migratorio; de ellas, 7,6 millones con nacionalidad de otro país exclusivamente, el número más alto registrado desde 1967. Pero además, el país germano necesitaría en los próximos años un millón y medio de trabajadores foráneos cualificados para poder mantener el crecimiento y la estabilidad de su sistema social, necesidad que se acentuaría a partir de 2020, según todos los pronósticos.

Ante ese escenario, el Gobierno se vio obligado, tras décadas de mirar a otro lado, a dar una nueva orientación a las políticas migratorias del país para adaptarlas a las necesidades actuales. Con la Ley deInmigración entrada en vigor a comienzos de 2005 y reformada en 2007 y 2012, Alemania se reconocía legalmente como país de inmigración. El camino hacia ese reconocimiento formal estuvo marcado por fuertes debates políticos y muchas emociones, alimentadas por un intenso discurso mediático todavía actual.

El comienzo del diálogo

Para encauzar los flujos migratorios y promover la integración real de los inmigrantes en la sociedad alemana, la canciller, Angela Merkel, convocó la primera Cumbre de Integración, celebrada en julio de 2006, que abría un diálogo multilateral entre los políticos y agentes sociales responsables de asuntos migratorios y los propios inmigrantes e instituciones que los representan.

A ese congreso fueron invitados los representantes de los diferentes colectivos de extranjeros del país, para que expusieran las necesidades específicas de cada uno de ellos y propusieran soluciones que luego se tendrían en cuenta a la hora de establecer normas favorables a la integración y la convivencia entre éstos y la población autóctona. En la II Cumbre, un año más tarde, la canciller presentaba un Plan Nacional de Integración, que marcaría las pautas a seguir en el futuro. El diálogo continuó en sucesivas Cumbres, seis hasta el momento, pero las opiniones difieren sobre su eficacia y resultados.

El sociólogo, Vicente Riesgo, presidente de la Academia Española de Formación en Bonn, participó en esos encuentros en representación de la Confederación de Asociaciones Españolas de Padres de Familia en la RFA, una de las primeras instituciones de emigrantes del país.

Balance de cinco años de política migratoria

Para medir y evaluar de forma científica el desarrollo de la política migratoria del Gobierno alemán a lo largo de los últimos cinco años, el Consejo de Expertos para Integración y Migración, denominado “SRV” -por sus siglas en alemán-, realizó un estudio sociológico, cuyos resultados se recogen en un informe presentado en Berlín el pasado 29 de abril de 2014. En él se documentan los avances y déficits en la aplicación y desarrollo de las nuevas leyes durante el mencionado periodo de tiempo y se proponen iniciativas para corregirlas.

Según ese estudio, se constataría una evolución positiva, de hecho, se habría avanzado más en estos últimos cinco años que en los veinticinco anteriores, aunque faltaría todavía una estrategia global que, teniendo en cuenta factores demográficos, sociológicos y económicos, así como los diferentes motivos de inmigración: estudios, trabajo, asilo, reunificación familiar u otros, marque el camino hacia una política de integración coherente y permita dar las respuestas institucionales adecuadas a las necesidades actuales y futuras. En ese sentido, los expertos creen que habría llegado el momento para una reforma institucional y proponen reorganizar las competencias en política migratoria dentro de los ministerios existentes; rechazan, por el contrario, la creación de un nuevo Ministerio de Migración, como algunos reclaman.

Tras haber flexibilizado nuevamente la Ley de Inmigración en 2012, Alemania habría pasado, en lo referente a la inmigración laboral, de ser un país restrictivo a ser uno de los más liberales entre los países industrializados de occidente, algo que todavía no se habría divulgado lo suficiente.

Para el sexto informe de SVR, que se presentará el próximo año, se proponen analizar las políticas migratorias alemanas desde una perspectiva internacional, pues solo en ese contexto se podría decir con seguridad qué posición tiene Alemania en el mundo, en qué ámbitos es pionera y en cuáles va a la zaga.

País atractivo para jóvenes

Con la nueva flexibilidad de la Ley de Inmigración y la “politica de buena acogida” que promociona la canciller, Alemania aumentó su atractivo para migrantes de todo el mundo, sobre todo, para jóvenes profesionales del este y sur de Europa, en donde existe una alta cuota de desempleo a causa de la crisis económica. Con esas medidas, la Ejecutiva del Gobierno pretende atraer a los especialistas que necesita el país: científicos, profesionales de carreras técnicas, mano de obra especializada y personal sanitario, una estrategia que, al menos de momento, funciona. Al mismo tiempo, quiere limitar la “inmigración de la pobreza”, como se denomina a los inmigrantes sin recursos procedentes de países pobres de la UE, especialmente de Rumanía y Bulgaria, que intentando conseguir las prestaciones del sistema social alemán a las que creen tener derecho como ciudadanos comunitarios, llegan a este país en busca de trabajo sin la cualificación laboral deseada.

Barómetro de integración

El informe de SRV contiene el Barómetro de Integración 2014, que se publica cada año desde 2010 y refleja la opinión ciudadana sobre integración desde diferentes perspectivas. Para su realización se hicieron encuestas entre más de cinco mil seiscientas personas con y sin historial migratorio en cinco estados federados. Se valoraron, entre otros criterios, el clima de integración, la discriminación, la apertura intercultural en la sociedad y en las instituciones, etc. También se cuestionó por primera vez la igualdad institucional del Islam y la posición de la sociedad frente a la pluralidad de religiones en Alemania. El Barómetro va orientado a los especialistas en temas migratorios en el Gobierno y las administraciones del Estado, a los medios de comunicación como multiplicadores y al público interesado, en general.

El resultado de las encuestas indica que las relaciones entre la población autóctona y la inmigrante son generalmente buenas, al menos eso creen la mayoría de los encuestados y solo entre un 10 y un 15 por ciento tiene la percepción de que el clima de integración habría empeorado en los últimos años. Al lado de esa convivencia armónica entre unos y otros, en la que el nivel de formación y el estatus social tienen un rol importante, se mantienen ciertos prejuicios y rechazo hacía determinados grupos sociales, lo que habría que combatir decididamente en el futuro.

Inmigrantes en puestos públicos

Para elaborar el Barómetro de Integración se tuvieron en cuenta cuatro ámbitos: el entorno social, el entorno laboral, las relaciones personales y la educación. Casi todos los participantes en la encuesta coinciden en que el clima de integración ha mejorado desde 2011, pero opinan que el colectivo inmigrante no está todavía suficientemente representado en puestos públicos y creen que se necesitan más profesores, funcionarios, jueces, policías y diputados en el “Bundestag” (Parlamento) con historial migratorio. También ven la necesidad de reducir las desigualdades y combatir la discriminación, pues no puede ignorarse que, a pesar de los avances, la xenofobia y el racismo siguen latentes en la sociedad, en mayor o menor medida según la procedencia y circunstancias personales de los inmigrantes, lo que se refleja en los agravios comparativos que sufren en escuelas y universidades, a la hora de buscar vivienda o solicitar un puesto de trabajo o de aprendizaje con nombre extranjero. Así, jóvenes alemanes de procedencia turca tienen, con igual cualificación, mayores dificultades en el mercado laboral que los alemanes, razón por la que actualmente se está planteando que las solicitudes de trabajo se envíen de forma anónima para que sea la cualificación y no el nombre lo que decida sobre las candidaturas. Los colectivos que sufren mayor discriminación son el de los sinti y roma, africanos, turcos y musulmanes de cualquier nacionalidad.

EL IDIOMA, CLAVE PARA LA INTEGRACIÓN

Nadie pone en duda la importancia del idioma en los procesos de integración. Si se tiene en cuenta que en Alemania el 30 por ciento de los niños y jóvenes menores de 18 años vive en una familia con trasfondo migratorio, resulta preocupante que sea precisamente en educación donde, en el marco del estudio de SRV, se hayan detectado las mayores deficiencias. Nuevamente se constató que los alumnos con alemán como segunda lengua tienen más dificultades para alcanzar niveles superiores de formación que los que hablan alemán como lengua materna, aunque hay excepciones.

Cierto que resulta difícil evaluar de forma equitativa la situación real en los centros de enseñanza, por la heterogeneidad del alumnado, pues en algunas escuelas, especialmente en las grandes ciudades, supera el número de alumnos con nacionalidad de otro país al de los propios alemanes. La consecuencia es que muchos padres alemanes e inmigrantes acomodados se esfuercen en inscribir a sus hijos en escuelas sin o con un mínimo porcentaje de alumnos extranjeros, muchas veces privadas, pues creen que la diversidad cultural ralentiza el aprendizaje y perjudica el desarrollo intelectual de sus hijos, una reacción contraria a los principios de integración.

Según Christine Langenfeld, presidente del Consejo de Expertos de SVR, para que los niños de familias con historial migratorio y de clases sociales desfavorecidas pudiesen gozar de las mismas oportunidades que los demás alumnos, habría que orientar la enseñanza a sus necesidades individuales, fomentar el desarrollo de sus potencialidades y reforzar más el aprendizaje de la lengua alemana ya en las guarderías para que, al escolarizarse, pudieran seguir las clases con éxito. Para ello sería prioritario integrar en la formación del profesorado competencias multiculturales y aumentar la presencia en las escuelas de profesores con historial migratorio que puedan actuar como enlace entre los centros escolares y las familias. También sería importante ofrecer una atención de calidad a los alumnos que asisten a centros de enseñanza durante todo el día, una modalidad que se está implantando en todo el país.

Recuadro

La otra cara de la moneda

El ministro del Interior alemán, Thomas De Maizière, presentó recientemente un proyecto de Ley para restringir el derecho de asilo y ahuyentar así a los que, movidos por la necesidad, intenten entrar en Alemania simulando persecución política. Tal sería el caso de personas procedentes de los países balcánicos. Para frenar la afluencia de esos solicitantes de asilo, de los que se sospecha que vienen solo por las mínimas ayudas sociales que se les conceden, los políticos conservadores, especialmente los bávaros, quieren declarar oficialmente esos países como seguros, con lo cual ya no habría razón para dar refugio a sus ciudadanos. Para los demás refugiados quieren reducir las ayudas materiales y evitar así que éstas pudieran ser un incentivo para solicitar asilo.

Si el proyecto se lleva adelante, permitiría encarcelar fácilmente a los inmigrantes que lleguen al país eludiendo controles fronterizos, a los que destruyan sus documentos, den datos falsos para impedir su identificación o vivan de forma clandestina ocultándose de la policía.

Este proyecto de reforma de la Ley está generando un fuerte debate entre los políticos de la coalición del Gobierno y los de la oposición, así como críticas por parte de las organizaciones humanitarias, pero además, fomenta un discurso populista en la sociedad que no favorece a nadie.

Pero no todo es negativo. Ahora podrá solicitar asilo cualquier persona que demuestre que su vida está en peligro, no solo por razones políticas sino también por razón de género u homosexualidad y se facilitará el permiso de residencia estable a los refugiados integrados en la sociedad que, sin el reconocimiento legal de refugiados, llevan viviendo muchos años en Alemania.

Confederación Europea de Asociaciones Españolas de Padres de Familia

LAS ONGS PUEDEN LLEGAR A DESAPARECER

La Comisión Ejecutiva de la Confederación Europea de Asociaciones Españolas de Padres de Familia se entrevistó con el Director General de Migraciones, Aurelio Miras Portugal, el pasado 13 de mayo, en Madrid, para exponerle sus puntos de vista y sus propuestas en relación con la situación actual de la emigración española en Europa y la política de emigración del gobierno español. Con el mismo objetivo, se reunió también con la diputada Carmela Silva (PSOE) y con Alfredo Prada, diputado del PP.

Los tres interlocutores recibieron el documento “Una organización de servicio. Función, tareas y recursos. Reflexiones y propuestas al Director General de Migraciones”, que contiene el análisis y las propuestas de la Confederación Europea sobre temas de vital importancia para la vida del emigrante y el asociacionismo.

DERECHO AL VOTO

En cuanto al derecho al voto, se manifestaron diferencias notables en la posición mantenida por los partidos visitados. Carmela Silva insistió en que tanto ella como su partido habían pedido disculpas públicamente por haber tomado la iniciativa de imponer el voto rogado, que afecta al derecho básico de participación de los emigrantes, sin haber tenido en cuenta los “avisos acertados” de los residentes en el exterior, pero que el PSOE presentará a la Mesa del Congreso la solicitud de abrir de nuevo este debate.

Alfredo Prada, por su parte, insistió en que su partido está dispuesto a suprimir el voto rogado para el voto en urna, pero no para el voto por correo. El representante del PP considera que así se daría una “igualdad de condiciones” con los residentes en España, que también deben solicitar el voto si desean votar por correo. La delegación de la Confederación Europea le manifestó su desacuerdo con este criterio, por entender que no tiene en cuenta la dispersión geográfica de la emigración española en el mundo.

Ambos políticos coincidieron en señalar que sus respectivos partidos políticos no piensan devolver a los españoles emigrantes el derecho al voto en las elecciones municipales del que les privaron con la última reforma de la LOREG.

LAS ALCEs

Los representantes de la Confederación Europea señalaron que el programa de las clases de lengua y cultura española en el exterior está amenazado de muerte, si se continúa la línea impuesta autoritariamente y sin diálogo con las partes interesadas por la subdirectora general de cooperación internacional del Ministerio de Educación, María Ángeles Muñoz Fernández de Bastida.

La delegación de la Confederación Europea manifestó que el cambio urgentemente necesario solo será posible con una persona nueva en la Subdirección General, por lo que solicitó al político del PP que actúe ante el ministro de educación para conseguir el cese de Muñoz Fernández de Bastida.

NUEVA EMIGRACIÓN

Así mismo, se reclamó a la administración española una acción más decidida y mejor coordinada para ayudar a los nuevos emigrantes españoles a adaptarse con éxito a su nueva situación y a mantener los lazos emotivos, culturales y sociales con España, para lo cual es imprescindible contar con el potencial de las asociaciones de emigrantes. Éstas ya asumen actualmente funciones de información, asesoramiento y acompañamiento de los nuevos emigrantes y deberían recibir más apoyo de la administración española para realizar estas tareas.

PROGRAMAS DE AYUDA

La representante del PSOE, Carmela Silva, criticó las “rebajas en cadena” de las ayudas a las asociaciones emigrantes practicadas por el gobierno español en los últimos ejercicios presupuestarios y señaló que están en contradicción abierta con las declaraciones de los partidos a favor de una mayor participación ciudadana en la vida política.

El Director General, por su parte, manifestó su voluntad de seguir ayudando a la Confederación Europea y a sus organizaciones nacionales, en la medida en que se lo permitan los cada vez más estrechos márgenes presupuestarios y la actuación crecientemente rígida de la Intervención del Estado, pero también se manifestó muy preocupado ante la reforma prevista de la Ley de Subvenciones y el posible empeoramiento de las condiciones de los programas, que podría llevar –según sus palabras– “a la práctica desaparición de las ONGs”.

La Confederación Europea advirtió a sus interlocutores del peligro que representaría no solo para las organizaciones de los españoles emigrantes sino también para toda la vida democrática en España una situación legal en la que, de hecho, solo los partidos políticos, las organizaciones con fines lucrativos y los grupos con poder económico pudieran tener acceso a recursos financieros de procedencia pública.

 

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