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Haciendo un mundo mejor

Haciendo un mundo mejor

pdv97-300x199-5347657La campaña eclesial centenaria de las migraciones, en un guiño mediático, ha incorporado en el lema español de este año el subtítulo “Ha100do un mundo mejor”. Así. Con la palabra “cien” en números. Que queden mejor subrayados los últimos 36.500 días (y muchos más¡) donde la Iglesia, día y noche, ha ejercido su catolicidad con recursos y vida. La campaña con motivo de la Jornada Mundial del Emigrante y el Refugiado fue presentada a primeros de enero en la sede de la Conferencia Episcopal Española. Este año la campaña ha contado con un reforzamiento publicitario: Un vídeo, titulado “Un sólo corazón” grabado en la valenciana playa de la Malvarrosa .

La fe no puede nacer ni cuajar si no encuentra una tierra capaz de recibirla. Desde siempre se ha sabido que para anunciar la fe hacen falta un precursor y unas expectativas: en tiempos de Moisés hubo una situación de esclavitud que anhelaba liberación. En tiempos de Jesús estaba latente la esperanza de algún “mesías” que cambiase el estado de cosas (el político y el religioso). Esas expectativas pueden ser complejas y turbias como todo lo humano: no hablamos ahora de actitudes previas limpias, sino de un caldo de cultivo. Moisés y el Bautista recogieron esos ambientes.
En 1914, en el pontificado de Benedicto XV tuvo lugar la primera Jornada Mundial de Migraciones. Una efeméride que en nuestro país, debido a su situación actual de ser receptor clave de inmigrantes, supone una alegría y un desafío. Alegría porque muestra la presencia, esfuerzo y acompañamiento de la Iglesia a las personas con este tipo de exclusión y un desafío permanente ya que, la Iglesia reconoce en el emigrante una fuente de enriquecimiento, que hay que alentar y respetar además del desafío de llevar hoy también el mensaje liberador de Cristo a estas situaciones.
La celebración de este centenario tiene especial incidencia en España no sólo por su condición de receptora sino porque hoy volvemos a vivir la salida de españoles al exterior, lo que supone un reconocimiento también de los esfuerzos de la Iglesia para estar presente en otros países especialmente a través de las Misiones Catolicas.
LOS INMIGRANTES, UN ENRIQUECIMIENTO
Dice Eduardo Galeano “que para qué sirve el horizonte si nunca se alcanza”. Y se contesta “para seguir caminando”. Todos estamos en camino hacia algo, todos tenemos un horizonte y hacia él hay que caminar en concreto en España con el paso de la acogida a la integración que incluye , por supuesto, la denuncia de cualquier situación que viole la dignidad de los inmigrantes o sus derechos humanos. Es un desafío permanente, por todo lo que significa la inmigración hoy en España, por lo que representa la presencia de más de seis millones de extranjeros entre nosotros con quienes y por quienes hay que denunciar las restricciones de todo tipo.Una tarea que no es fácil en el contexto socioeconómico de crisis que estamos viviendo. Aun así, hay que seguir reconociendo que los inmigrantes son un enriquecimiento.
Recogiendo el impulso del papa Francisco que lleva en su ADN su condición de inmigrante, el mensaje de los obispos españoles reconocen en el Papa Francisco que “va delante y nos estimula en nuestro empeño, no sólo con sus palabras sino con el testimonio de su vida” y hacen referencia a que una de sus primeras salidas fue a la Isla de Lampedusa “el icono más expresivo de la reiterada tragedia de tantos inmigrantes que dejan su vida en el mar o en los caminos”. Asimismo recuerdan también otros lugares, que saben también de esas tragedias, como el Desierto del Sahara, Arizona y, en particular, las costas del Sur de España.
El Papa proclama: “Toda persona comparte con la entera familia de los pueblos la esperanza de un futuro mejor”. Los obispos de la Comisión Episcopal de Migraciones han “traducido” su mensaje a la realidad española, con propuestas operativas imprescindibles, para que las palabras no se las lleve el viento.
Por ejemplo ante la presión migratoria africana, “Invertir con sentido social en el Sur, especialmente en África, para crear medios de vida allí y no solo para lograr beneficios a su costa aquí”. Y con otras propuestas : creación de grupos interculturales en las parroquias; la acogida incluso dentro de los propios espacios eclesiales (¿no recuerda esto a lo de la utilización social de los edificios eclesiásticos vacíos que reclamaba el Papa?); devociones populares de los emigrantes que deben dirigirse no solo hacia la celebración sino hacia la fraternidad; la presencia de Iglesia para facilitar la convivencia en espacios “menos” eclesiales como el barrio, las asociaciones, etc.; aplicar en serio la doctrina social de la Iglesia en el trabajo, en la sanidad, en la vivienda; no castigar la hospitalidad ni la asistencia humanitaria; el rechazo a discriminación racial; la cooperación y desarrollo en los países de origen y el fomento de la democracia y la paz porque hay que ir a las raíces; no a las detenciones arbitrarias; creación de alternativas más dignas a los CIES, etc.
MÚLTIPLES ACTIVIDADES
A nivel nacional se han hecho múltiples actividades de sensibilización: campaña, con vídeo, materiales divulgativos, catequéticos, litúrgicos… Difusión de los mensajes del Papa y de los obispos, afiches, carteles, comunicados, participación en ruedas de prensa, y programas especiales de TV, radio, etc. y conferencias, actos en universidades y cursos por muchos lugares de España… En el ámbito diocesano, hay muchas cartas pastorales propias que han hecho los obispos de la mayoría de las diócesis y la celebración eucarística en la catedral o en parroquias significadas, presididas por el obispo diocesano. Algunas de las acciones han sido en Toledo una vigilia de oración y una exposición de materiales de divulgación. En Badajoz tuvo lugar una peregrinación al santuario de Guadalupe. En Tarazona, se ha organizó una oración ecuménica con todos los líderes religiosos de la diocesis a la que siguió una carpa por la solidaridad, informativa y festiva. En Huelva, además hubo una celebración en Lepe, un pueblo con una gran población inmigrante. Hasta allí se desplazarán representantes de los municipios onubenses con mayor presencia extranjera y conocerán a través de una exposición, el trabajo de las asociaciones que desarrollan su trabajo en la zona con la colaboración de los técnicos municipales acompañados por las comunidades rumanas y ucranianas de rito greco-romano y ortodoxo, con asistencia de su pastor en la zona; en Burgos una manifestación con los círculos del silencio, etc.
El enlace www.conferenciaepiscopal.es/unsolocorazon ofrece el video promocional de la campaña y en él se interpela brevemente, con un juego de palabras, sobre la idea, en ocasiones extendida socialmente, de que “los emigrantes son un peligro” para cambiarla por la de “los ignorantes son un peligro”.
“Se necesita –en palabras del Papa, que aparecen al final del vídeo– el paso de una actitud defensiva y recelosa, de desinterés o de marginación, –que, al final, corresponde a la cultura del rechazo– a una actitud que ponga como fundamento la cultura del encuentro, la única capaz de construir un mundo más justo y fraterno, un mundo mejor”.

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