Más de 60 años al servicio de los emigrantes
En el año en el que estamos celebrando los 100 años de la Misión Católica de Lengua Española en París (Misión encomendada desde 1914 a los misioneros claretianos, congregación a la que pertenecía el padre Chueca), damos noticia del fallecimiento del padre Chueca, con más de 60 años de servicio a los emigrantes españoles.
Miguel Ángel Chueca Cavallerato nació el 7 de septiembre de 1924 en la ciudad de París, en el número 58 de la Rue de la Rochefoucauld. Hijo de madre griega y de padre español. Su padre fue un famoso ingeniero industrial, pionero en la creación de estructuras metálicas e impulsor de la automoción en España. Fernando Chueca Goitia, su hermano mayor, fue un insigne arquitecto, académico e historiador (entre sus obras destaca la Catedral de Ntra. Sra. de la Almudena de Madrid).
El padre Chueca fue bautizado el 10 de diciembre de1924 en la iglesia de la Trinidad de París. En esa misma iglesia parisina hizo su Primera Comunión un 29 de abril 1937 y fue confirmado un 30 de abril de 1937.
Realizó sus estudios de Secundaria en el Liceo Francés de San Sebastián (Guipúzcoa), donde conoció a los Misioneros Claretianos, congregación religiosa en cuyo noviciado ingresó en 1944.
Después de los correspondientes estudios sacerdotales, primero en España y, a partir de 1949, en el Instituto Católico de París, es ordenado sacerdote en Notre-Dame de Paris el 28 de junio de 1952. Se licencia en Teología en 1953 y realizará también estudios de Derecho Civil y Canónico.
Inicia su vida misionera como sacerdote en la Misión Española de París, donde desde 1954 al 56 se encargará específicamente de la pastoral de matrimonios. Después de pasar por Lyon (64-65) y Angers (65-66) retorna a París donde permanecerá hasta su fallecimiento. En total, 61 años en París. Durante esta dilatada estancia, compatibilizará su apostolado con los emigrantes en la Misión Española con el servicio en la “Officialité” de la diócesis parisina, especialmente en el campo de las separaciones y nulidades matrimoniales. Aquí fue nombrado Vicario y agregado como abogado en 1978.
SU VIDA, LIGADA A LA RUE DE LA POMPE
Hablar del padre Chueca es hablar de la historia de la Misión de la Rue de la Pompe. Porque el padre Chueca llegó allí en el 1949. Su vida estuvo muy ligada a la historia de la Misión. Llegó muy joven a la Misión y en su trabajo con los emigrantes españoles gastó sus energías recibiendo, escuchando, aconsejando y ayudando a los españoles y latinos llegaban con sus necesidades religiosas o problemas humanos hata el 51 bis de la Rue de la Pompe. Allí, y en el barrio de Saint Denis, fue columna fuerte, testigo del Evangelio y memoria de la atención espiritual y humana a los españoles.
Chueca era uno de los que mejor conocía la historia de este lugar emblemático. Contaba que conoció al padre Emilio Martín, el primer claretiano que llegó a la Misión en 1913, y que la iniciativa fue de Gabriel Palmer, el capellán del rey Alfonso XIII. Palmer, impactado en un viaje a París por la situación y las circunstancias de vida en las que encontró a los españoles, hizo llegar su inquietud al rey y le convence para hacer algo ante esa realidad. La acción consistiría en encargar el trabajo de preocupación y atención a las necesidades de los españoles a los misioneros claretianos.
Un hombre bueno, equilibrado y sensato, abierto y acogedor tanto en el trabajo pastoral como en la vida comunitaria. Así lo testimonian los que han sido hermanos de comunidad y la gente de todo tipo y condición que en su trabajo en la misión atendió siempre con una extraordinaria delicadeza y misericordia.